He terminado de leer un libro que seguro habrás oído... Es de autoayuda y se llama "Hábitos Atómicos". Su gran reputación está bien merecida.
Este libro nos enseña de forma sencilla a desbloquear nuestra mente para adquirir buenos hábitos o deshacernos de los malos.
Me di cuenta de lo fácil que puede ser hacer yoga todos los días si seguimos estos consejos, diseñados para convertir la práctica en una rutina.
Algo ya escribimos en otro post ¡Despierta y Agarra tu Esterilla!, pero aquí quería compartir contigo las leyes para crear buenos hábitos, aplicadas a que uses tu esterilla Namastecita todos los días:
Primera Ley: Hazlo Obvio
Hacer que un hábito sea obvio significa que debes establecer señales claras y visibles para recordarte practicar yoga. Escribe tus hábitos actuales para identificar en qué momento del día puedes incorporar tu sesión de yoga. Usa intenciones de implementación como “Haré yoga a las 7 AM en mi sala de estar” y apila este nuevo hábito sobre uno ya existente, como tomar un vaso de agua por la mañana.
Para hacer el yoga obvio en tu vida, deja tu esterilla siempre lista y visible. Si ves tu esterilla de yoga cuando te levantas, será más fácil recordarte que es momento de practicar.
Cuando mis bebés todavía duermen, me levanto como una hormiguita, tomo mi vaso de agua, y hago mi práctica. ¿A que no mejora tu día después de unos saludos al sol?
Segunda Ley: Hacerlo Atractivo
Hacer que un hábito sea atractivo aumenta la probabilidad de que lo mantengas. Combina la práctica de yoga con algo que disfrutes, como encender inciensos, o poner música de meditación.
Además, invertir en una esterilla de gran calidad, antideslizante y duradera, como las de Namastecita, hace que la práctica de yoga sea aún más atractiva. Tener una esterilla cómoda y atractiva siempre dispuesta en posición te invita a practicar cada día, transformando tu espacio en un lugar ideal para el yoga.
Tercera Ley: Hacerlo Fácil
Para adoptar un nuevo hábito, es crucial reducir la fricción y simplificar el proceso. Prepara tu entorno dejando tu esterilla y ropa de yoga listas la noche anterior. Comienza con sesiones cortas, de solo dos minutos, para que el hábito sea fácil de iniciar y mantén una rutina simple hasta que se convierta en una parte natural de tu día.
Automatiza el hábito usando recordatorios en tu teléfono o aplicaciones que te motiven a practicar. Cuantos menos pasos haya entre tú y tu práctica de yoga, más fácil será mantener la constancia.
Cuarta Ley: Hacerlo Satisfactorio
Aquí realmente no hace falta más que terminar la práctica para sentir la gran recompensa de haberlo hecho. Asegúrate de que cada sesión de yoga sea gratificante para ti, es decir, elige la práctica de acuerdo a cómo te sientes. Escucha muy bien a tu cuerpo.
Si un día olvidas practicar, no te castigues. En cambio, asegúrate de volver a tu esterilla al día siguiente. Nunca faltes dos veces seguidas, y pronto notarás cómo el yoga se convierte en una parte integral y satisfactoria de tu rutina diaria.
Casi como una necesidad.
Muchas gracias por leer, y namastecita.
Nico
